domingo, 19 de diciembre de 2010

Al pie de tus renglones, de Fernando Sánchez Mayo


El pasado día 10 de diciembre se presentó en la ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo la plaquette Al pie de tus renglones, de Fernando Sánchez Mayo, en el ciclo de Poesía Mina de Letras que coordina el poeta Alberto Díaz-Villaseñor a través de la Asociación Cultural "Ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo". En el acto Café con Letras participó también la poeta Pilar Sanabria. Fue un acto al que acudió un aceptable número de personas y en donde al final se estableció un agradable coloquio.

He aquí un par de poemas de dicha plaquette.


CUANDO ALGUIEN SE CRUZA
Qué bien sentir cómo la pasión que nos gobierna
siega y decapita de repente el alma inquieta
cuando un ignoto astro de luz cruza un instante
nuestro azaroso camino de trasiego y búsqueda.
Qué dicha percibir la alteración del latido
al ver un bello cuerpo que se acerca y confluye.
Qué gran favor nos presta esa faz al permitirnos
contemplar el campo de sus preciosos ojos.
El volátil afán del deseo se aposenta
y se entrega al aura de quien miramos y vemos
con un inagotable anhelo de posesión.
Qué extraño venial dolor advertir la violencia
de ese deseo llegar al galope pidiendo
el rapto de la excelsa destellante figura
que nos deslumbra con su soberbio resplandor.
Qué dulce decepción cuando al volver la cabeza
y detenernos a observar la esfinge que pasa
verificamos lo que perdemos para siempre.
Qué mal nos deja al momento la triste desdicha,
pero qué bien descubrir que aún seguimos vivos.


QUÉ ME DICES
Qué me dices si no espero a que lleguen las heridas
y recojo tus besos en la memoria de un libro
donde siempre recuerdes el fulgor de la belleza
y la dicha que tuvieron nuestras almas gemelas.
Qué me dices si no espero a que lleguen los celos
y redacto los versos de un certero poema
donde siempre nos hable de la hermosa armonía
que reinaba en nosotros de mañana a la noche.
Qué me dices si no espero a que lleguen las quejas
y anoto tus te quieros con palabras hermosas,
y escribo mis requiebros exaltando el deseo
que creció con la fuerza de quien todo lo espera.
Qué me dices si le canto a tus tiernas caricias
antes de que llegue el taciturno desapego
y rememoro en la letra los melosos abrazos
que nos dimos henchidos en todos los encuentros.
Qué me dices si no espero a que llegue el olvido
y plasmo toda nuestra historia en una novela
donde nunca aparezca ni el dolor ni la pena
y donde siempre brille nuestro amor infinito.
Qué me dices si no espero a que lleguen las heridas
y recito las bondades de este amor que comienza.
Di, ¿Qué me dices?

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