martes, 15 de noviembre de 2011

Entrevista a Alberto Díaz-Villaseñor




FSM.- Alberto, acabas de publicar en la colección Daniel Leví tu último libro de poemas titulado Nuevo Lapidario, ¿De qué trata este libro y qué supone este poemario en tu carrera poética?
ADV.- En la Edad Media, a instancias de Alfonso X El Sabio, se escribió un Lapidario o libro de las piedras. En él se recogían las propiedades de los minerales en relación con la alquimia y la astrología. Mi “Nuevo lapidario” pretende identificar las propiedades de rocas y minerales con aspectos del alma humana, también con los frutos y monstruos que pare el intelecto. No es un libro que apele únicamente a la sensibilidad poética, sino más bien a la visión del poeta sobre la realidad circundante, sobre su apreciación y experiencia respecto de lo que vive, piensa y siente. Es también este libro un deseo de tributar –por parte de la poesía- un homenaje obligado al reino mineral, una de las partes de la naturaleza que siempre queda postpuesto o relegado en el afán del poeta ante la viveza del reino animal y ante la sutileza reino vegetal. Procedo de una tierra, el norte de la provincia, que se define por su inmanencia mineral y su permanencia en lo subterráneo, y esta circunstancia quizás le deba mucho también al libro. Por último, este libro supone para mí desembarcar definitivamente en la poesía, ya que es mi segundo título publicado y recoge, revisa y reinterpreta algunos trabajos anteriores.

FSM.- ¿Cómo fueron tus comienzos poéticos y tu relación con la poesía?
ADV.- Yo siempre me recuerdo escribiendo poesía, madurando ideas, estilos, en busca de esa voz propia que todo poeta anhela poseer. Fue mi hermano mayor, Heliodoro –un gran poeta que perteneció a Zubia- quien me proporcionaba libros. Leí muy joven a Alberti, a Lorca, a Carlos Rivera, a Ángel González y a todos los españoles del XX. Yo nunca he dejado la poesía aunque apenas haya publicado. Donde vivo, apartado del mundo literario, se hace difícil dar a conocer tu producción poética, no manejas los registros de la edición. Mi relación con la poesía ha sido y es fluida, nos soportamos, a veces nos echamos de menos, y también muchas veces nos echamos de más y nos tenemos que dejar un tiempo; creo que eso le pasa a todos los poetas. Por otro lado, mi poesía, sobre todo en la actualidad, busca de modo natural, instintivo, lo universal, lo material, en detrimento quizás de lo personalista o intimista; los mundos objetivos, la fuerza exterior de la vida en perjuicio de lo subjetivo, pero no sé, quizás el lector es quien debiera decirlo. En cuanto a mis comienzos, como los de casi todos, fueron solitarios, de recorrer a tientas los caminos que otros habían abierto, hasta ir formándome mi propio universo.

FSM.- Alberto, ¿qué misión tiene un poeta en nuestro tiempo según tu opinión?
ADV.- No creo que haya que sobrevalorarla. Nunca he creído que un escritor sea más ni mejor que nadie, ni más imprescindible en este perro mundo que nadie. La historia está llena de buenos escritores auténticos canallas. El arte es necesario, y por lo tanto también la poesía, porque es necesario que los creadores den a conocer una visión diferente del mundo. Quizás nuestra misión sea la de aportar un plus de reflexión y de comunicación, de elaborar el pensamiento de otro modo, de profundizar en los entresijos de lo reflexivo. Pero igual puede ser otra la misión, o ninguna. Hay que mirar con distanciamiento todo.

FSM.- ¿Qué te ha aportado a ti el acto creativo de la poesía?
ADV.- El hecho de conocerme mejor a mí mismo. En este sentido, creo que todo el mundo, desde la escuela, debería ejercitarse en algún tipo de actividad poética. La poesía nos hace ser más reflexivos, analizar más y mejor nuestra realidad y la de los demás. La poesía puede ser como el ajedrez del corazón.

FSM.- Vives en Peñarroya-Pueblonuevo donde también ejerces la docencia en un Instituto de Enseñanaza Secundaria, ¿qué dinamismo cultural se vive en un pueblo de primera importancia dentro de la provincia de Córdoba?
ADV.- Mi pueblo dejó de ser “de primera importancia” hace rato después de que se viniera abajo todo el tejido minero e industrial. Actualmente no hay apenas dinamismo literario y muy poco interés por la poesía. Las asociaciones culturales existentes se centran más en lo popular o lo musical. Digamos que los cuatro o cinco escritores que aún existimos somos como la aldea de Astérix rodeados de romanos, que como todos sabemos eran gente práctica que no se molestaba en andarse por las ramas o en perder el tiempo inventando cosas como nosotros.

FSM.- Participaste como poeta visual en una exposición colectiva en la edición de 2008 de Cosmopoética, dime, ¿Qué es la poesía visual y qué aporta a la poética tradicional?
ADV.- La poesía visual es una especie de cajón de sastre donde entra todo lo que no puede ser clasificado de otro modo. Es una manifestación creativa que mezcla la imagen con la palabra, a veces sólo con a letra, para desembocar en mensajes literarios y, muchas veces, metaliterarios. Es un ámbito muy atractivo del cual se vale –con aviesas intenciones- la publicidad o la política, aunque también es cierto que hay mucho camelo entre sus cultivadores; aunque esto también cabe decirlo de cualquier tipo de arte, literario o no. Los creadores honrados aportan mucho a la poética, siempre que no perdamos de vista lo que significa “poesía” (en griego “poiesis”) que no es otra cosa que “creación”. Es decir, para mí la poesía visuales otro modo, igual de válido e interesante, para comunicar cosas, para elaborar mensajes, para hacer pensar al homo sapiens.

FSM.- Has escrito también narrativa, eres articulista del Diario Córdoba y fuiste corresponsal de este mismo periódico, ¿han influido estas actividades en tu creación poética?
ADV.- Sí, ya que toda la actividad literaria se alimenta y retroalimenta de todos los géneros relacionados con la escritura. A mí, el gusto por lo narrativo, por el cuento en concreto, me ha servido para elaborar artículos periodísticos cada vez mejores, para transmitir ideas políticas o sociales de manera cada vez más definida y (espero) atractiva. En mí no hay una disociación clara entre poesía, narrativa, lenguaje periodístico, me gusta cultivarlos todos mezclando registros y lenguajes. Esto supone un ejercicio arduo, complicado pero apasionante y muy satisfactorio. Creo que lo que uno debe presentar al lector –sea en el género que se- es siempre un trabajo redondo, completo, muy bien trabajado y muy honrado.

FSM.- Eres autor de varios blogs, podrías decirnos la dirección y qué podemos encontrar en ellos.
ADV.- Actualmente sólo mantengo uno (albertodiazvillasenor.blogspot.com) que merezca la pena. En realidad lo uso como archivo de escritos o noticias mías que van apareciendo en otros medios, es una manera de evitar que se me pierdan y también es el modo de facilitar a otros la búsqueda de cosas relacionadas conmigo o mi producción, mi pensamiento, etc. Actualmente estoy más volcado en Facebook en cuanto a comentar la actualidad, a plasmar mi pensamiento, a comentar el de los demás… y a divertirme. Facebook es muy divertido cuando te sabes rodear de otros amigos inteligentes y divertidos, como a mí creo que me pasa.

FSM.- Podrías por favor definirnos tu concepto de poesía.
ADV.- Creo haberlo dicho antes. Es un medio para conocerme mejor reflexionando tanto sobre temas universales como personales. Y es un ejercicio de expresión para cultivar el hecho literario que luego traslado a otro tipo de producción escrita, sea narración o sea lo que sea. Por lo tanto, es un medio de comunicar de la manera más honrada posible los pensamientos propios, los sentimientos, las sensaciones.

FSM.- ¿Qué poetas han ejercido en ti una influencia y por qué?
ADV.- Yo creo que todos los poetas y narradores que a uno le gustan te van moldeando el pensamiento y la expresión. Alguien dijo que la evolución no es más que una consecución de las influencias recibidas de otros que estuvieron antes, más o menos. Yo siempre mostraré mi adoración por García Lorca, al que considero el poeta más completo, más redondo, en lengua española; alguien que supo manejar maistralmente muchos registros poéticos, desde lo popular a lo subjetivo. Sin embargo, pocos podrán encontrar en mí temas o influencias lorquianas porque Lorca es muy imitable y se detecta a la legua, y hay que evitar ser un émulo porque te anulas a ti mismo. Como es imposible dar una lista completa de mis influencias o admiraciones, las resumiría en Lorca, Leonard Cohen, Blaise Cendrars, Saint-John Perse, Rimbaud, Verlaine, Ángel González, José Hierro, Miguel Hernández, Walt Whitman, Pablo Neruda, César Vallejo, José Martí.

FSM.- ¿Cómo ves el panorama de la poesía cordobesa y andaluza en este momento?
ADV.- La cordobesa, y déjame que me centre en ella, está absolutamente en primera línea del panorama nacional. En Córdoba la poesía es consustancial a la realidad, al entorno. Aquí la gente tiene una predisposición natural a la reflexión poética, al ejercicio literario. Y se hace con calidad y sabiendo transmitir un mensaje universal, porque creo que la poesía cordobesa actual no es particularista ni endogámica, al contrario, es ancha, abarcadora, con altura de miras.

FSM.- Alberto, organizaste y dirigiste cuatro congresos sobre cultura francesa de 1999 a 2002 y recibiste en 2003 del gobierno de Francia la medalla y el nombramiento de Caballero de la Orden de las Palmas Académicas. Teniendo en cuenta que es un reconocimiento muy importante, es decir, la segunda medalla en importancia y la más antigua de aquel país, ¿qué ha supuesto esto para ti?
ADV.- Se trató de un reconocimiento muy cariñoso a la actividad que desarrollé encaminada a rescatar el pasado francés del norte de nuestra provincia, su cultura, su lengua, y por el trabajo desarrollado para impulsar esta cultura hacia el futuro. Los extranjeros son así, se empeñan en agradecer el trabajo de los demás en lugar de envidiarlo o destruirlo. Son un poco raros.

FSM.- Podrías hablarnos de tu obra poética y recomendarnos alguno de tus libros que consideres que más te gusta a ti.
ADV.- Es difícil recomendar un libro, sólo tengo dos publicados pero tres más terminados en el cajón, y cada uno aborda temas muy diferentes. Si se publican, será el momento de hablar de unos o de otros.

FSM.- Y para acabar, podrías dejarnos aquí para los lectores un poema tuyo de los que más te gusten y decirnos por qué lo has elegido.
ADV:- No sé si es el que más me gusta, pero sí se trata de un poema que me dice y me recuerda muchas cosas, tanto por las circunstancias personales en que fue escrito como por el tema en sí. Se titula “Mineral” y está incluido en el libro que acabo de sacar “Nuevo Lapidario”. Es un poema que ha gustado mucho en las presentaciones y lecturas que he hecho hasta el momento. Dice así:

Y seré mineral, cristal y polígono
vestido de tierra y sudario.

Y moriré como todos,
muerto de miedo y al miedo abandonado.

Cuando llegue la hora sacadme
al viento,
abrid las ventanas, las puertas
de mi casa.
Abridme los ojos si ya los he cerrado
por la fiebre o el coma,
abrídmelos y dejad que mire afuera,
al último rumor de los árboles,
al frío de la nieve y de mis manos,
al azul del cielo que me aguarda.
Derribad la pared o la reja, sacadme
al jardín o a la calle.

Porque si he de morir como todos,
muerto de miedo y de sueño
eterno
no quiero barreras ni párpados
frente al aire o la lluvia.

No quiero entierros ni duelos
al sol,
mis células han de ser
polvo que atosigue
la tierra
como un viejo veneno en catálisis y abono.
Mis arterias y huesos serán mineral nuevo
y luego rocas,
piedra de otras casas, orgánica ciudad
de nueva planta.

Pero sacadme, sacadme, oh sí, sacadme
afuera.
Arrojadme a la vista de tormentas y acacias
sin prescripción facultativa.
Quitadme agujas y sondas transparentes,
quiero escapar sin ataduras.

Porque al morir quiero hacerlo como nadie,
desnudo bajo un árbol mirando de cara
a las nubes,
vestido con nuevas vestiduras
de mineral y de sueños.


FSM.- Muchas gracias Alberto por participar en el apartado de entrevistas de Paraninfo Poético.

1 comentario:

  1. Excelentes respuestas de Díaz Villaseñor, su poema es elegante, muy sensible y afilado.

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