FSM.- Javier, acabas de presentar el libro Faltan las palabras en el diccionario, poemas escogidos desde 1983 hasta 2011 de toda tu obra poética. ¿Te costó mucho trabajo seleccionar de cada uno de tus libros todos estos hermosos poemas?
JSM.-Muchísimo. Soy bastante inseguro y con mi obra más. Hoy, lo de ayer no me convence, y lo de mañana es siempre futuro. Cambié versos, poemas, seleccioné de unas pruebas a otras diferentes poemas. Costó mucho trabajo encontrar un todo uniforme que es lo que se pretendía. El resultado ha sido muy satisfactorio para todos.
FSM.- ¿Qué tiene que tener en tu opinión un buen libro de poemas para que podamos decir que estamos ante un poemario de calidad?
JSM.-Coherencia, trabajo, horas y años, inseguridad, desconcierto, ritmo, tono y confabulación.
FSM.- “Faltan palabras en el diccionario” es un verso de Nicanor Parra. ¿Sabe de su existencia el poeta chileno, reciente Premio Cervantes?
JSM.- Lo sabe y lo agradece. El autor de “Poemas y antipoemas” tiene el libro y conoce bien su contenido. Muy grande Parra, un maestro de infinita poesía.
FSM.- ¿Qué poetas han influido más en tu poesía?
JSM.-Han sido varios, en momentos concretos. La vida del poeta es un inmenso baúl donde tienen cabida los grandes, de ellos se aprende y a ellos se acude. La obra del poeta contiene un poco de todo eso. En mi caso de una parte Platón, Leopardi, Rilke, Pound, Eliot, Novalis. Y de otra Parra, Rosales, Colinas, García Baena, Claudio Rodríguez.
FSM.- Javier, ¿la poesía debe tener alguna misión?
JSM.-La misión de contradecir, de acercarnos a los opuestos, de enseñarnos el camino correcto al desconcierto: la única verdad.
FSM.- También diriges la editorial La isla de Siltolá. ¿Qué objetivos tenéis en esa magnífica editorial cuyos libros tienen un estética cuidadísima?
JSM.-La difusión de la literatura en general y de la poesía en particular. La defensa del papel y la edición bien hecho, sin olvidar los nuevos soportes de la edición.
FSM.- De todos tus libros publicados con cuáles te sientes más satisfecho y por qué.
JSM.-De “La muerte oculta”, se publicó en Córdoba en 1996, lo presentó Pablo García Baena y en él se encuentra esa aproximación al desconcierto que tanto busco y trabajo. Con “Faltan palabras en el diccionario” también estoy muy satisfecho como indiqué antes.
FSM.- Como crítico literario que escribes en revistas especializadas, ¿cómo encuentras el panorama poético en este momento en España?
JSM.- Hay mucho que decir sobre este tema. Hablo desde el mayor respeto a la Literatura, y la realidad es que la Poesía es algo muy serio y como tal debe ser tratada. Hay buenos poetas (los menos) y mucho aprendiz. Si toda persona que escribe poesía lo hiciera con respeto y dignidad otro gallo cantaría. Respondiendo a tu pregunta, hay algunos magníficos poetas y muchos hacedores de versos.
FSM.- Para acabar porque sé que tu tiempo es muy importante, nos gustaría que nos dejaras aquí abajo un poema tuyo y nos dijeras por qué lo has elegido.
JSM.- El poema “Segunda inclinación” del libro Una aproximación al desconcierto (2011) es tal vez, un ejemplo claro de la búsqueda del desconcierto como pureza poética.
Segunda inclinación
Amar siempre se escribe con hache intercalada.
Debe ponerla en medio, entre la i y la o.
No es bueno complicarse.
Total si son tres días y hemos gastado cinco,
para qué desatar lo imprevisible.
Recuerde, amar, al igual que estipendio,
debe escribirse así, con hache.
Y debe dar igual que usted sea peluquera,
cajera o cocinera. Amarse por minutos
no concibe de fraudes, ni siquiera de oficios vespertinos.
De día nos pela el alma y de noche la tibia.
Segunda inclinación o misión o concierto.
Tengo las cartas malas. Esta partida sobra.
No dio nunca lo mismo ser letra o alfabeto.
No me conviene hablar, hablar no me conviene.
Aunque debo decir, si es usted quien me escucha,
que amar se escribe siempre con hache intercalada.
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