jueves, 10 de octubre de 2013

Entrevista a Raquel Lanseros


FSM.- En primer lugar, Raquel, mi más enhorabuena por ese nuevo premio Jaén de poesía. ¿Qué hay detrás de ese novedoso y original título de Las pequeñas espinas son pequeñas?

RL.- Las pequeñas espinas son pequeñas es una reflexión sobre la propia vida, realizada en la mitad del camino, que es el punto vital donde me encuentro. Por sus poemas discurre la nostalgia, el amor, el entusiasmo, la pérdida, la Historia, la amistad y la interiorización de todo ello. Eso sí, la voz poética está presidida por las constantes ganas de vivir.

FSM.- Eres una joven poeta que destaca en el panorama nacional español por tus merecidos poemarios que han conseguido el reconocimiento por parte de importantes jurados. ¿Cómo estás viviendo todo esto?

RL.- Bueno, en realidad soy joven ma non troppo, como dicen los italianos, y eso hace que lo vivencie todo con la misma alegría, pero con más calma y tranquilidad.

FSM.- ¿Cómo te tomas el trabajo poético? ¿Escribes ateniéndote a una disciplina horaria ante el papel en blanco o escribes bajo el éxtasis de la inspiración del momento?

RL.- La inspiración es un fenómeno tan caprichoso e impredecible que nunca obedece a nuestra voluntad. Por ello en el desarrollo de mi trabajo poético conviven ambas posturas.

FSM.- ¿Cómo, cuándo, por qué empezó en ti el amor a la poesía, a la acción de ponerse a escribir poemas?

RL.- La verdad es que no me recuerdo sin escribir. Mis padres dicen que comencé a escribir versos y cuentos a la vez que aprendí a escribir. Aún conservan algunas de aquellas creaciones pueriles a las que obviamente les tienen un gran cariño.

FSM.- ¿Tiene alguna misión el poeta? ¿Para qué sirve la poesía en nuestro tiempo?

RL.- La poesía es una manifestación artística tan inconmensurable e inasible, que no se pliega a criterios convencionales como el utilitarismo. La poesía simplemente es, y seguirá siendo mientras exista una sola persona sobre el mundo. La mayor misión del poeta es, a mi juicio, la honestidad poética.

FSM.- Te he conocido personalmente en Cosmopoética en Córdoba donde has sido invitada y me has deslumbrado con tu manera de expresar la poesía. ¿Qué buscas en la poesía? ¿Qué te da para que se note en ti ese destello luminoso de la trascendencia?

RL.- Muchas gracias por esas palabras tan generosas. Siéndote sincera, yo creo que en la poesía, más que buscar, uno encuentra. Y yo creo encontrar en los versos de tantos poetas a quienes admiro la palabra verdadera, el latido más íntimo de toda la Humanidad.

FSM.- Raquel, en mis entrevistas suelo someter a los entrevistados a que me contesten a una arriesgada pregunta: ¿Cuál sería tu definición de Poesía? No es obligatorio responder.

RL.- Efectivamente, es arriesgado, porque atinar con una definición exacta de poesía es imposible. Por fortuna poesía es un concepto intangible, a la vez que poliédrico. En un verso mío definí la poesía como lo contrario de la muerte. Y es cierto, la poesía es en cierto modo sinónimo de la parte más instintiva y pura de la vida.
 
FSM.- De todos tus poemarios publicados ¿con cuál de ellos sientes una especial predilección y por qué?

RL.-  Le tengo mucho cariño a Diario de un destello, por ejemplo, que se publicó en la Colección Adonáis en 2006, lo cual supuso para mí la realización de un sueño.

FSM.- ¿Qué poetas han influido en tu obra? Y también, ¿qué poetas sueles releer una y otra vez porque los admiras?

RL.- Supongo que, de una forma u otra, todos los poetas que he leído y que admiro han influido sobre mi obra. Me sería imposible mencionar todos los poetas que venero, desde Calderón pasando por Neruda, Bécquer, Lorca, Emily Dickinson, Kavafis, Baudelaire, Poe, Whitman, Tagore, Miguel Hernández, Prévert, Sabines… Son cientos. ¡Ah!, y sin olvidarme de Antonio Machado, por cuya obra y trayectoria vital he sentido siempre una especial debilidad.

FSM.- Raquel muchísimas gracias. Y ya para acabar ¿podrías dejarnos un poema tuyo aquí y decirnos por qué lo has elegido?

RL.- Muchas gracias a ti, Fernando, por tu labor en pro de la difusión de la Literatura.

Os dejo un poema de mi libro Croniria, titulado 2059, que es una distopía, como podéis ver. Lo elijo con la esperanza de que su lectura conjure el cumplimiento de lo que en él se pronostica.

 

       2059



He imaginado siempre el día de mi muerte.
Incluso en la niñez, cuando no existe.
 
Soñaba un fin heroico de planetas en línea.
Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca
sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo
caer como miliciana en una guerra
cuyo idioma no hablo.
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.

Dos mil cincuenta y nueve.
Las flores nacen con la mitad de pétalos
ejércitos de zombis ocupan las aceras.
Los viejos somos muchos
somos tantos
que nuestro peso arquea la palabra futuro.
Cuentan que olemos mal, que somos egoístas
que abrazamos
con la presión exacta de un grillete.

Estoy sola en el cuarto.
Tengo ojos sepultados y movimientos lentos
como una tarde fría de domingo.
Dientes muy blancos adornan a estos hombres.
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana
      No va a doler, tranquila.
Igual que un animal acorralado
muerdo el aire, me opongo, forcejeo,
grito mil veces el nombre de mi madre.
Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.
Hay excesiva luz y una jeringa llena.

Tenéis suerte, -mi extenuación aúlla-,
si estuviera mi madre
jamás permitiría que me hicierais esto.

 
   RAQUEL LANSEROS

 

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