EN EL ESPEJO
Me preguntas con el gesto altivo y contrariado
por qué me miro al espejo, por qué me detengo
cada mañana en las leves fisuras del rostro
y me recreo en mi yo como un narciso efebo.
Me censuras con tu grave lengua enajenada
de serpiente que aún conserva el más sutil veneno,
si acaso me creo guapo a mi edad todavía,
si no me doy cuenta del exceso que cometo
al contemplarme así, en adoración absoluta.
Con sobria irónica solemnidad te contesto
como quien tiene ya bien meditado el asunto:
"Qué sería de mí si abandonara a mi espejo,
qué sería de mí si pasado el tiempo fiero
me encontrara en cualquier viejo estanque o fútil luna
y no me reconociera.
Fernando Sánchez Mayo ( Edición Anónimos del año 2007 )
NECESITO
Apresuradamente
Manchar un folio
Con el último trozo de saliva
Trabajaré un beso
O un escupitajo
No puedo seguir paralizado
Mientras noto
Cómo afuera
Urge el movimiento
Nacho Montoto ( Edición Anónimos del año 2007 )
PALACIO DEL CINE, ATLANTIC CITY
No la ciudad, ni la película,
ni la puesta en escena, sino el resplandor oscilante
de la proyección a carbones en el patio de butacas,
el viejo Burt espiando a Susan por la ventana
mientras se lava los pechos con limones.
No el cierre del Palacio del Cine,
ni que acaso yo sea un día el viejo que mira
salir a Susan de la ducha,
sino el océano lamiendo las costas de Atlantic City,
esta oleada, Palacio del Cine, largamente,
muy largamente, y luego, y siempre.
José Cañuelo Calero ( Edición Anónimos del año 2008 )
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